La garra y el espíritu de lucha no solo se ven reflejados en cada partido. El sacrificio, el sentido de pertenencia y la inclaudicable pasión de Andrés Macías por los colores amarillo y negro también se manifiestan afuera del verde césped.
El 5 del Decano pasa parte de su semana entre Tres Arroyos y Mar del Plata, entre libros, mates, botines, amigos y familia. Hace unos años, al terminar el colegio secundario, Andrés decidió estudiar periodismo deportivo en la Feliz. Todo hacía indicar que el fútbol sería una vía de escape y de recreación cuando los libros lo permitieran. Pero el amor fue más fuerte.
Con el apoyo de su familia, amigos y compañeros, decidió que sus estudios y su pasión aurinegra fuesen por el mismo camino. Hoy es un avanzado estudiante de periodismo deportivo y uno de los puntales del equipo de Cacho Córdoba. Además, colabora con las inferiores del club, escribe en un medio de comunicación, entrena, viaja, juega y comparte momentos con su familia y amigos.
En uno de sus pocos ratos libres, con la mejor predisposición, habló de varios temas con la página aurinegra.
-Ya se cumplió uno de los objetivos que se habían planteado a principio de año, ahora ¿se juega con mayor libertad? ¿Se puede soñar con algo mayor?
-Cumplir el objetivo antes que termine el torneo fue muy importante, porque se liberan muchas tensiones, y si bien soy un convencido de que hay que ganar como sea, quizás en estos partidos que quedan se pueda intentar jugar un poco más `lindo´, aprovechando el buen pie que tienen mis compañeros más ofensivos, siempre y cuando sirva para sumar los puntos que quedan en juego, pensando en los próximos años. A excepción de Once Corazones, ningún equipo nos superó ampliamente, como así nosotros tampoco lo hicimos a quienes le ganamos. Eso nos da la ilusión de poder jugar los play-off de igual a igual a cualquier rival y mientras haya chances, tenemos con qué y lo vamos a pelear hasta el final.
-¿Qué te pareció el año en lo grupal y en lo personal?
-En lo grupal, mantener una buena base del año pasado sirvió mucho para fortalecernos y eso fue clave para superar algunos inconvenientes que tuvimos sobre temas futbolísticos y dirigenciales, fue un buen año, quizás no el que esperábamos después de ganar la Aiello pero se consolidó una idea y partiendo de ahí, sabemos que vamos todos juntos hasta el final. En lo personal muy contento, si bien me falta mucho para sentirme conforme con mi rendimiento, este año pude conseguir regularidad, mantenerme en el equipo y eso a uno le da confianza en sí mismo, a pesar de que me costó entrar en ritmo por tener que haber empezado la pretemporada más tarde.
-¿Qué fue lo más importante que tuvo el grupo para lograr el objetivo?
La unión y el siempre tener en claro los objetivos fue muy importante para nunca perder el camino. Tuvimos que afrontar desde el inicio algunas decisiones cruciales y eso permitió aún
más el fortalecimiento interno. Cuando quizás no hay un nivel futbolístico superior al resto de los equipos, que haya un grupo fuerte toma gran relevancia para sacar adelante los problemas.
-¿Es desgastante estar pensando constantemente en los promedios? Pensando a futuro, ¿cuál sería tu ilusión para el año que viene?
La verdad que sí, desgasta mucho estar pendiente siempre a esa tabla por eso es clave sumar estos seis puntos que restan. Espero que para el próximo año se pueda mantener esta base de trabajo, y con la llegada de algún refuerzo de calidad, la ilusión de poder pelear un campeonato siempre está y ojalá se pueda dar, aunque creo que hay muchas cosas por mejorar en lo institucional, antes que un trofeo, que termina tapando todo.
-Haces muchos kilómetros por semana ¿Qué implica viajar permanentemente todas las semanas? ¿Cómo es una semana de tu vida? Se te ve bien físicamente, cómo haces para entrenar en Mar del Plata?
-Viajar todas las semanas implica un desgaste diferente, no terminas de estar en ningún lado, pero más allá de lo físico, porque también es cierto que la mayoría de los compañeros trabaja, creo que el mayor cansancio es en la cabeza y lo noto cuando se va terminando el año. Los domingos a la noche viajo para Mar del Plata. El lunes curso, al principio mañana y tarde, hoy solamente a la tarde. El miércoles curso toda la mañana, almuerzo algo rápido y me voy a la terminal para volver a Tres Arroyos y llegar a entrenar a la noche. Jueves y viernes, aprovecho para escribir en un página, y además de entrenar, son para pasar tiempo con la familia y amigos. El sábado por lo general desde temprano estoy con las inferiores, gracias a los profes que me incluyeron y el domingo arranca todo de nuevo.
-¿Hay mucha gente atrás tuyo apoyándote, no?
-Si, por suerte cuento con una gran familia que me banca siempre. Empezando por mis viejos, que desde el primer año siempre le buscan la vuelta para que yo pueda seguir jugando y todo es gracias a ellos. Mis hermanos, mi abuela, tíos, primos, mi ahijado, amigos, siempre están apoyando. Es lindo ver para la tribuna y saber que están ahí. Y mi otra abuela, que me acompaña y cuida desde arriba. Creo que el fútbol también es una buena excusa para estar todas las semanas en mi casa.