El rincón del hincha abre su baúl de los recuerdos para traernos a un central aguerrido que tuvo la institución durante más de dieciocho años. Este nombre es Juan Alberto Gutiérrez, la representación del hincha aurinegro dentro de la cancha. Sus inicios, la llegada al club de sus amores, y su larga historia relacionada a El Nacional, en la siguiente nota.
Un club con más de cien años de vida, tiene consigo nombres que lo han marcado a fuego, ya sea por títulos, su juego, o por la identificación que generaron en el hincha al verlos en la cancha. Un cúmulo de estas características aparecen en la ficha del protagonista de este artículo: Juan Alberto Gutiérrez, aquel jugador que luego de hacer unos años de infantiles en Villa, cruzó de vereda para ponerse la camiseta de sus amores y no sacársela nunca más. Debutó en la primera de El Nacional en 1981 siendo un adolescente de tan solo dieciocho años; lo que ese joven no sabía era que con el paso del tiempo se transformaría en un nombre imborrable en la historia del club. Aguerrido, fuerte, de buen juego aéreo y con rasgos de líder tanto dentro como fuera del campo, lo definieron a Gutiérrez como un gran defensor del Decano en las más de quince temporadas que disputó para el club más popular de la ciudad. Con la camiseta aurinegra se hizo con los títulos del 1985, 1986 y 1988, así como también con el campeonato que cortó la sequía en aquel inolvidable 2001. Juan fue portador durante varias campañas del brazalete de capitán, y marcó desde su postura de referente, el camino de muchos chicos de las inferiores que tiempo más tarde le darían alegrías al club.
Luego de su retiro del fútbol, decidió abocar el tiempo a transmitir sus conocimientos a los niños de las divisiones menores de El Nacional, y formó parte de la proyección de jugadores que actualmente conforman el núcleo del primer equipo aurinegro. Como él ha manifestado en algunas ocasiones, su "cuenta pendiente" es dirigir a la primera división de El Nacional, para cerrar así todos los objetivos que un hincha Decano puede tener.
Desde PuebloAurinegro, le agredecemos todo lo que hizo por el club, y lo que todavía le queda por hacer a un correcto jugador, pero por sobre todo, a un hombre de bien. ¡Muchas gracias Juan!